"La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. Al mismo tiempo en que el deporte de volvió industria, fue desterrando la belleza que nace de la alegria de jugar solo por el placer de jugar. En este mundo de fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inutil y es inutil lo que no es rentable. El juego se transformo en espectáculo con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectaculo se convirtió en uno de los negocios más lucrativos del mundo. La tecnocracia del deporte profesional fue imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegria, atrofia la fantasia y prohibe la osadia. Por suerte todavía aparece en los campos, muy de vez en cuando, algun atrevido que se sale de la norma y comete el disparate de driblar al equipo contrario entero, ademas del arbitro y del público de las gradas, por el puro placer del cuerpo que se lanza en la prohibida aventura de la libertad."
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